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Cuántas veces oigas el reloj dando las tres, sumérgete totalmente en Mi misericordia, adorándola y glorificándola; suplica su omnipotencia para el mundo entero y especialmente para los pobres pecadores, ya que en ese momento se abrió de par en par para cada alma (Diario, 1572).

El Perdón Misericordioso de Dios por el Papa Francisco


EL PAPA FRANCISCO

 NOS HABLA AL CORAZÓN

VOLUMEN N. 1 TEMAS DOCTRINALES

 

EL PERDÓN MISERICORDIOSO

DE DIOS

 

1. La misericordia es el corazón del Evangelio. Es la buena nueva de que Dios nos ama. De que ama siempre al pecador, y con este amor lo atrae hacia sí y lo invita a la conversión.

 

2. La salvación que Dios nos ofrece es obra de su misericordia. No hay acciones humanas, por más buenas que sean, que nos hagan merecer un don tan grande. (EG N. 113).

 

3. Todos somos pecadores y necesitados del perdón del Señor.

 

4. La misericordia de Dios cambia la historia de los individuos e incluso de los pueblos.

 

5. Cuando nos reconocemos pecadores, Dios nos llena de su misericordia y de su amor. Y nos perdona, nos perdona siempre.

 

6. ¡No hay límite a la misericordia divina ofrecida a todos! Acuérdense bien de esta frase.

 

7. La misericordia de Dios: una gran luz de amor, de ternura. Dios perdona pero no con un decreto, sino con una caricia, acariciando nuestras heridas del pecado.

 

8. Dios no se cansa nunca de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de acudir a su misericordia. (EG N.2)

 

9. Cuando el Padre mira las llagas de Jesús, nos perdona siempre. No porque nosotros seamos buenos, ¡no! Porque él - Jesús - ha pagado por nosotros.

 

10. El Señor siempre perdona, siempre acompaña, siempre comprende; a nosotros nos corresponde dejarnos comprender, dejarnos perdonar, dejarnos acompañar.

 

11. Dios es Padre... nos ama siempre. Si lo buscamos, Él nos acoge y nos perdona... Él nos levanta de nuevo y nos devuelve nuestra plena dignidad. Dios no nos olvida.

 

12. Dios es paciente, sabe esperar. ¡Qué hermoso es esto! Nuestro Dios es un Padre paciente que nos espera siempre, y nos espera con el corazón en la mano, para acogernos, ¡para perdonarnos!

 

13. Dios mira en el “campo” de la vida de cada persona con paciencia y misericordia. Ve mucho mejor que nosotros la suciedad y el mal, pero también ve los retoños del bien y espera con confianza, que maduren.

 

14. Dios no conoce los arrebatos de ira o de impaciencia; está siempre ahí, como el padre de la parábola del hijo pródigo, esperando atisbar a lo lejos el retorno del hijo perdido. Y todos los días con paciencia. La paciencia de Dios. (Homilía de la Misa de Navidad 2014)

 

15. Cuando Pedro pregunta a Jesús: “¿Cuántas veces debo perdonar? ¿Siete veces?”. Jesús le responde: “No siete veces: setenta veces siete”. Es decir siempre. Así perdona Dios: siempre. Y si tú has vivido una vida de tantos pecados, de tantas cosas feas, pero al final, un poco arrepentido, pides perdón, ¡te perdona inmediatamente! Él perdona siempre. (Homilía, 23/01/2015)

 

16. Dios olvida nuestros pecados y nos consuela. Si nosotros confiamos en Él con un corazón humilde y arrepentido, Él destruirá los muros del mal, llenará los vacíos de nuestras omisiones, allanará las montañas de la soberbia y de la vanidad y abrirá el camino del encuentro con Él. (Ángelus, 7/12/2014)

 

17. Tantas veces las confesiones parecen... una formalidad: ‘Bla, bla, bla…, bla, bla, bla…, bla, bla … Ir a confesarse no es ir a la tintorería para que te quiten una mancha. ¡No! Es ir a encontrar al Padre, que reconcilia, que perdona y que hace fiesta. (Homilía, 23/01/2015)

 

18. No hay pecado que Dios no perdone. Él perdona todo. Tú dirás: ‘Pero, padre, yo no voy a confesarme porque hice tantas cosas feas... tantas... que no tendré perdón...’ No. No es verdad. Perdona todo. Si tú vas arrepentido, perdona todo... Tantas veces ¡no te deja hablar! Tú comienzas a pedir perdón y Él te hace sentir esa alegría del perdón antes de que tú hayas terminado de decir todo. (Homilía, 23/01/2015)

 

19. Tú eres justo porque Dios se te ha acercado... Ésta es nuestra justicia, esta cercanía de Dios, esta ternura, este amor. (Homilía 11/12/2014)

 

20. Nuestro Padre Celestial nos deja libres a cada uno de nosotros, pero nunca nos deja solos. Y si nos equivocamos, Él continúa siguiéndonos con paciencia sin disminuir su amor por nosotros. (Audiencia General 11/02/2015)

 

21. ¡El Señor perdona siempre todo! ¡Todo! Pero si quieres ser perdonado, debes empezar por el camino del hacer el bien. ¡Este es el don! (Homilía 03/03/2015)

 

22. Dios no nos pide nada de lo que no nos haya dado antes... Él no es indiferente a nosotros. Está interesado en cada uno de nosotros, nos conoce por nuestro nombre, nos cuida y nos busca cuando lo dejamos. (Mensaje de Cuaresma 2015)

 

23. Dios está siempre a nuestro lado, especialmente en la hora de la prueba; es un Padre ‘rico en misericordia’, que siempre dirige sobre nosotros su mirada serena y benévola... Ésta es una certeza que infunde consolación y esperanza, especialmente en los momentos difíciles y tristes. (A los encarcelados en Nápoles, 21/03/2015)

 

24. Si en la vida nos hemos equivocado, el Señor no se cansa de señalarnos el camino del regreso y del encuentro con Él. (A los encarcelados en Nápoles, 21/03/2015)

 

25. El amor de Dios por cada uno de nosotros es fuente de consolación y de esperanza. Es una certidumbre fundamental para nosotros: ¡nada podrá jamás separarnos del amor de Dios! Ni siquiera las rejas de una cárcel. La única cosa que nos puede separar de Él es nuestro pecado; pero si lo reconocemos y lo confesamos con arrepentimiento sincero, ese pecado se convierte en lugar de encuentro, porque Él es misericordia. (A los encarcelados en Nápoles, 21/03/2015)

 

26. Qué hermosa es esta realidad de fe para nuestra vida: la misericordia de Dios. Un amor tan grande, tan profundo... Un amor que no decae, que siempre aferra nuestra mano y nos sostiene, nos levanta, nos guía. A mí me produce siempre una gran impresión releer la parábola del Padre misericordioso; me impresiona porque me infunde siempre una gran esperanza. (Homilía 07/04/2013, Fiesta de la Divina Misericordia)

 

27. En mi vida personal, he visto muchas veces el rostro misericordioso de Dios, su paciencia; he visto también en muchas personas la determinación de entrar en las llagas de Jesús, diciéndole: Señor estoy aquí, acepta mi pobreza, esconde en tus llagas mi pecado, lávalo con tu sangre. Y he visto siempre que Dios lo ha hecho, ha acogido, consolado, lavado, amado. (Homilía 07/04/2013, Fiesta de la Divina Misericordia)

 

28. Una de las frases más bellas del Evangelio... ‘¿Ninguno te ha condenado?’ – ‘No, ninguno, Señor’ – ‘Tampoco yo te condeno’... Palabras... llenas de misericordia. (Homilía 23/03/2015)

 

29. Queridos hermanos y hermanas, dejémonos envolver por la misericordia de Dios; confiemos en su paciencia que siempre nos concede tiempo; tengamos el valor de volver a su casa, de habitar en las heridas de su amor dejando que Él nos ame, de encontrar su misericordia en los sacramentos. Sentiremos su ternura, tan hermosa, sentiremos su abrazo y seremos también nosotros más capaces de misericordia, de paciencia, de perdón y de amor. (Homilía 07/04/2013, Fiesta de la Divina Misericordia)

 

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